La temporada del monje corredor




Hace dos semanas me llegó mi plan de entrenamiento específico para maratón. Se trata de 12 semanas de acumular kilómetros para aumentar la resistencia al dolor y la velocidad.

Entreno en el club de Benjamín Paredes y él nos ha dicho en varias ocasiones que si queremos hacer un buen maratón debemos aprender a resistir el dolor.

Nos lo dice uno de los mejores maratonistas que ha tenido México. Alguien que llegó a correr los 42.195 km en 2:10 h y que a sus 58 años sigue corriendo por debajo de las 3 horas.

Y si has corrido un maratón, seguro recuerdas que después del kilómetro 35 comienzan a sumarse dolores en partes del cuerpo que hasta ese momento no conocías.

Y no queda de otra que aguantar y seguir... o retirarte de la carrera.

Otras resistencias


No sé si como profesionales las tentaciones sean menores o iguales a las de un aficionado (como yo). Salir de fiesta, quedarte en las sábanas una mañana fría o entrenar como un auténtico profesional por la mañana y estar como zombie en la oficina a las 4 de la tarde.

Creo que en ambos casos sacrificas algunas cosas para poder hacer una buena carrera. Aunque en nuestro caso, como aficionados, no nos van a pagar por sufrir.

Aún sin un incentivo económico por correr, el deseo por mejorarnos o simplemente por sentirnos bien durante nuestra carrera nos lleva a convertirnos en una especie de monje durante 12 semanas.

En realidad son pocas cosas a las que te debes apegar, pero en una vida social se vuelven complicadas: descansar bien (al menos 7 horas de sueño), no saltarte los entrenamientos, comer bien y no excederse con ninguna droga: alcohol, café y otras que causan más controversias.

Amigos y pareja

Si tu circulo de amistades y tu pareja acostumbran a correr y participar en competencias, sabrán lo importante que es para ti estar concentrado durante esas 12 semanas. 

De lo contrario llega a ser incomprensible que te salgas de las reuniones a las 10 de la noche cuando algunos apenas comienzan a llegar. 

Afortunadamente, de los últimos cuatro maratones que he hecho, en dos también participó mi esposa, y el proceso fue súper agradable, pues ambos huíamos juntos de la fiesta para podernos levantar temprano 

Y debo aceptarlo, cuando sólo soy yo quien está por participar en un maratón, es complicado ser el aguafiestas...

Sólo son tres meses al año

Doce semanas parece un año completo, pero la verdad es que sólo son tres meses en los que mente y cuerpo se colocan en otro estado. 

Realmente comienzas a sentir cambios muy notables en el estado de ánimo cuando estás acumulando kilómetros semana a semana, en mi caso hago entre 60 y 70 kilómetros a la semana, y en la parte de mayor carga haré 80. 

En las mañanas a veces llevo angustias laborales, y si estoy en un momento de mucho estrés incluso llego a soñar con esos problemas. Pero todo cambia cuando he terminado de entrenar y voy de regreso a casa: encuentro algunas soluciones o simplemente me siento con toda la capacidad de afrontar las complicaciones. ¡Regreso naturalmente hasta arriba!

Si estás en esta etapa del entrenamiento, gózala, cuando estés en el maratón te sentirás con confianza y verás que ha valido la pena ser monje durante 12 semanas. Ya tendrás muchos meses más para festejar hasta que amanezca. 

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